Se va uno de los principales barones socialistas. Uno de los líderes territoriales arrasados por las elecciones del 28 de mayo y por los pactos de PP y Vox. Ximo Puig, el president de la Generalitat Valenciana entre 2015 y 2023. Anunció su marcha este mismo viernes. Este fin de semana, cuando el PSPV-PSOE celebra su comité nacional, "empezará una nueva etapa". Porque se necesitan "nuevos vientos, nuevos cambios y nuevos liderazgos".
Lo dijo Puig en declaraciones a los periodistas en Valencia, en la sede de UGT-PV, al ser preguntado por su futuro político y por la convocatoria, mañana sábado, del máximo órgano entre congresos de la federación valenciana, cita en la que estará presente el secretario de Organización federal, Santos Cerdán. Una señal evidente de que el proceso de sucesión está pactado con Ferraz.
"Estos días el Partido Socialista va a tomar decisiones importantes de cara a representar de la mejor manera posible la ambición de los progresistas valencianos", apuntó, incidiendo en que cada etapa tiene su dinámica. Y él no va a ser "nunca un obstáculo", sino que ayudará a "la mejor solución posible".
Puig no da detalles, pero lo esperable es que convoque un congreso autonómico extraordinario para cambiar el liderazgo
El expresident Puig no quiso dar detalles de cuál será la hoja de ruta a partir de ahora, de si convocará un congreso extraordinario a la vuelta de las navidades o bien si esperará al calendario orgánico ordinario, lo que le llevaría a esperar mínimo hasta el otoño de 2024, ya que los congresos federales del PSOE se han de celebrar a los tres o cuatro años del anterior, y el último fue en 2021. Y cuando tiene lugar el cónclave ordinario, arrastra en cascada la convocatoria de los congresos autonómicos, provinciales y locales.
El barón valenciano se limitó a expresar que este fin de semana "empezará una nueva etapa". Y preguntado si dará un paso al lado o si liderará este nuevo tiempo, no quiso avanzar sus cartas: "Seguro que será un gran día". "Lo que tengo que decir lo tengo que decir, sobre todo, delante de mis compañeros, a los que me debo", señaló, para pedir que la mirada se aplique no solo a los socialistas, sino a toda la sociedad valenciana, informa EFE.
"Aterrado" si se repetía el poslermismo
Puig, aseguraban en su entorno más directo este viernes, ha madurado largamente su decisión. Su obsesión era que no se repitiera el proceso cainita en el PSPV que sucedió a la derrota del anterior president socialista, Joan Lerma. Él entonces formaba parte de su equipo en la Generalitat y pudo ver cómo el partido se iba descomponiendo tras la pérdida del poder, deshaciéndose entre luchas internas y gestoras, con lo que encadenó 20 años en la oposición.
El barón valenciano recela de la fórmula de la bicefalia. Morant es su candidata, y también la de Sánchez. Soler y Bielsa mantuvieron un pulso con Puig en junio
A él le "aterraba" ese escenario, por lo que ha buscado un "relevo ordenado", "coordinado" con Ferraz. Con el todopoderoso secretario de Organización federal, Santos Cerdán, y el propio presidente, Pedro Sánchez. Y que esté acompañado de Cerdán este sábado es la "prueba evidente" de esa interlocución constante con Ferraz.
Lo que detallará este sábado Puig serán los plazos para abrir definitivamente su propio proceso sucesorio. Los tres candidatos mejor situados para reemplazarle son la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; el secretario provincial del partido en Alicante y diputado nacional, Alejandro Soler —un hombre muy cercano a Cerdán—, y el alcalde de Mislata (Valencia), Carlos Fernández Bielsa. Morant es la persona que, en principio, concitaría más acuerdo entre Ferraz y Puig. Sánchez decidió mantenerla en el rediseño de su Ejecutivo y es innegable el afán de la cúpula y de la Moncloa de proyectarla políticamente.
Soler y Bielsa sostuvieron un pulso por la confección de las listas para las generales el pasado junio, y ellos fueron los que recibieron el apoyo de Cerdán. Además, también se cuenta con que intentará jugar sus cartas José Luis Ábalos, exsecretario federal de Organización y exlíder provincial del PSPV en Valencia. En su caso, para intentar posicionar a sus afines aunque su tropa, recuerdan en el equipo del expresident, ha menguado mucho.
Lo que busca el barón valenciano es que la sucesión se desarrolle "sin líos internos". Es decir, que haya un acuerdo entre las familias del PSPV, una federación siempre muy dividida entre facciones. Puig, recuerdan sus colaboradores, rechaza la fórmula de la bicefalia, alternativa que ha casado mal siempre en el PSOE. Pretende, por tanto, que del próximo congreso emerja un liderazgo orgánico que, más cerca de las próximas autonómicas, se convierta en cartel electoral.
El 'expresident' puede ser promocionado a algún cargo por el Gobierno. Pero de momento es presidente de la Comisión de Presupuestos del Senado
También está en duda el futuro del propio Puig. Ahora mismo es presidente de la Comisión de Presupuestos del Senado, pero quizá podía ser premiado para uno de los últimos cargos internacionales y con lustre vacantes, como la embajada de España ante la OCDE, que desde 2018 ocupa el economista Manuel Escudero. El expresident sonó en las quinielas como posible ministro de Sánchez para Política Territorial, pero él finalmente eligió a otro barón socialista destronado en las urnas de mayo, el canario Ángel Víctor Torres, más alineado con él.
Puig también ha mantenido su escaño como presidente de su grupo parlamentario en las Cortes Valencianas. Lo previsible es que acabe dejando su acta y que al frente del PSPV en la Cámara se sitúe, como portavoz, el actual secretario de Organización autonómico, José Muñoz. Además, Puig ha situado ya en Madrid a dos de sus alfiles más valiosos, Rebeca Torró y Arcadi España, secretarios de Estado de Industria y Política Territorial.